La República del Tejido es un programa social que consiste en empoderar a las mujeres artesanas de Puno, en el negocio de los textiles. Es desarrollado por la empresa KLAUD y actualmente, trabajan con más de 70 mujeres a las que les brindan capacitación técnica y otros servicios. Kristi Arias, coordinadora de KLAUD y La República del Tejido, nos cuenta sobre este maravilloso proyecto.
¿En qué consiste el proyecto?
«Dentro de la labor que venimos realizando en los proyectos de desarrollo artesanal, nuestro proyecto bandera es La República del Tejido, marca de hilados torcidos a mano y prendas 100% tejidas a mano. Son mujeres artesanas de tres comunidades: Antauta, Ajoyani y Queracucho- Macusani en el departamento de Puno quienes han unido sus manos para crear unos maravillosos hilados. Estos son hilados vivos porque esconden una historia que hoy hemos decidido contar».
¿Cual es su rubro de negocio?
«Klaud es una agencia integral de diseño textil peruano dedicada a la consultoría para la gestión de la moda y artesanía. Hemos creado una plataforma de emprendimiento artesanal e inteligencia comercial para proyectos sociales. Con este servicio se buscamos incidir responsablemente en el diseño y producción artesanal de los distintos proyectos de desarrollo en los que trabajabamos».
¿Y cuales son los beneficios para las mujeres artesanas con las que trabajan?
«Klaud se enfoca en una intervención integral con el objetivo principal de contribuir a la mejora de las condiciones y calidad de vida de los artesanos esto a través de la mejora de los diseños, el mejoramiento técnico del producto, el incremento de la capacidad productiva y de la competitividad de la artesanía a nivel de los mercados. Con La República del Tejido buscamos mantener viva la cultura y tradición que se materializa en cada uno de nuestros hilados y que constituyen la identidad de las artesanas puneñas. Las artesanas con dedicación, esfuerzo y mucho cariño crean los maravillosos hilados que más adelante serán disfrutados y apreciados alrededor del mundo».
