En las postrimerías del 2014 el Perú perdió a una de sus mentes y personalidades más brillantes: el educador, ecologista, escritor e investigador Antonio Brack Egg, que dedicó su vida y carrera profesional a profundizar nuestros conocimientos sobre biodiversidad y cuidado del medioambiente. Toda su producción intelectual ha quedado plasmada en una bibliografía extensa que trata sobre diversos aspectos de la exuberante riqueza natural del Perú. Su sapiencia lo llevó a conducir un programa de televisión, La Buena Tierra, transmitido durante años por Canal 7, desde el cual ejercía la divulgación científica con gran sencillez y un profundo respeto por la naturaleza, virtudes que pretendía, en plan quijotesco, infundir en sus televidentes. La muerte lo alcanzó a los 74 años, tras ingresar de emergencia a una conocida clínica local. Derrama Magisterial lamenta el sensible fallecimiento de don Antonio y ensaya una breve semblanza de su vida y obra:
Antonio Brack Egg nació en 1940, en Villa Rica, provincia de Oxapampa, región de Pasco. Su padre fue de origen alemán y su madre, natural de Pozuzo. Criado desde su infancia en ambientes de selva y ceja de selva, Antonio aprendió a reconocer y cuidar la riqueza natural trabajando en las chacras de la familia, junto a sus siete hermanos. Su padre le enseñó aleer y uno de los primeros libros que capturó su atención fue uno de crónicas de viaje del investigador Antonio Raimondi. Su futura dedicación al estudio e investigación de la naturaleza son prueba del impacto que tuvo sobre él el sabio italiano afincado en el Perú.
Luego de estudiar para ser profesor de Educación Secundaria en las especialidades de Química y Biología en la escuela salesiana de Chosica, Brack emigró a Alemania para estudiar Ciencias Naturales a nivel superior. Volvió al Perú en 1973, en pleno gobierno militar y trabajó en diversas áreas del Ministerio de Agricultura, especializándose en reforestación, protección de bosques y repoblamiento de la vicuña. Desde joven dedicó gran parte de su tiempo en viajes, no solo por todo el Perú sino también por el extranjero -llegó a conocer 42 países del mundo y hasta la Antártida.
Su prestigio como científico, profundo conocedor de la diversidad natural del Perú y ávido difusor de información de calidad le permitieron hacerse de un sintonizado espacio en televisión de señal abierta, con el programa La Buena Tierra, que tuvo varios años en el aire y se transmitió a través del Canal del Estado. Sus reportajes e investigaciones lo pusieron en la mira de los políticos quienes siempre buscaron su concurso, como asesor independiente en temas medioambientales. Hasta antes de su ingreso a la política, él respondía de esta manera a las invitaciones a participar más a fondo en la cosa pública: “”No puedo estar sentado en una oficina, en un sillón, tengo que estar en el campo, conversar con la gente, buscar ejemplos de peruanos que hacen cosas interesantes”.
Pero eso cambió en el 2008, cuando el segundo gobierno de Alan García lo convocó para ser el primer Ministro de Ambiente en esa recién creada cartera. Acostumbrado a andar siempre en polo, jeans, visera y zapatillas, a Brack se le veía incómodo en saco y corbata. Durante los 3 años que estuvo al frente de este ministerio, intentó enfrentarse a los grandes intereses de las mineras e hizo esfuerzos por concientizar a la clase política respecto de la necesidad de proteger a las comunidades y sus hábitat sin que esto estuviese reñido ni con el progreso ni con la explotación racional y consecuente con el respeto a la vida y el ambiente.
Como siempre, la unidimensional política peruana no entendió la profundidad de los ideales de Brack y su enorme figura intelectual se vio opacada por los ataques de coyuntura, las ignorancia atrevida de los políticos tradicionales y los lobbies que operan bajo la mesa. Hoy, de esa imagen combativa que Brack le imprimió al Ministerio del Ambiente solo queda el recuerdo. Antonio Brack Egg dejó el cargo en julio de 2011, y fue sucedido por Ricardo Giesecke.
Antonio Brack Egg manifestó y evidenció en diversos foros nacionales e internacionales la importancia estratégica del Perú y su aporte al mundo, y sobre eso basó su diálogo de negociación de países ricos en dinero y países ricos en diversidad biológica como el Perú. Asimismo fue un gran fotógrafo y autodidacta, apasionado del Perú. Enseñó la carrera de ingeniería ambiental en la Universidad César Vallejo, Universidad ESAN y Universidad Ricardo Palma, tanto en sus programas de pregrado como de posgrado.
Como investigador ha publicado una treintena de libros, el primero de ellos se tituló El ambiente que vivimos, de 1975. Desde entonces sus publicaciones son indispensables para entender la flora y fauna del Perú, sus características, necesidades de conservación y protección y valores como generadores de identidad, salud y fuente de riqueza económica. Entre sus principales libros publicados recientemente tenemos: Diccionario enciclopédico de las plantas útiles del Perú (1999), Biodiversidad y ambiente en el Perú (2000), Legado del Perú andino (2002), Perú: País de bosques (2009) y Diccionario de frutas y frutos del Perú (2009).
La obra de Antonio Brack Egg se refleja en los diversos homenajes que se le han rendido en diversas zonas del país: 22 promociones de estudiantes de primaria y secundaria a lo largo del Perú llevan su nombre. A una hermosa catarata, en la mitad del camino a Pozuzo, se la conoce como Antonio Brack Egg. Tres escuelas (en Ayabaca, San Ramón y Oxampampa) le rinden homenaje llamándose como él. Que en paz descanse, maestro de las ciencias naturales peruanas.